6 nov 2009

El origen de los dinosaurios
















El origen de los dinosaurios

¿Cómo eran los seres más terribles de la historia de la Tierra? Hace 250 millones de años, los seres terrestres más grandes que nuestro planeta ha conocido nunca campaban a su voluntad por un gran continente lleno de bosques, praderas y desiertos interminables. Eran los auténticos reyes de la Tierra.

Cualquier discusión sobre el origen de los dinosaurios está llena de controversia. Sin embargo, todas las teorías parecen coincidir en el hecho de que el ancestro de los dinosaurios es un grupo animal del Triásico, los Tecondontes.
A partir de los Tecodontes aparecieron los dinosaurios, los cocodrilos, los reptiles voladores y las aves. Todos ellos eran de la familia denominada arcosaurios y vivían en equilibrio los unos con los otros.






A finales del Triásico, no obstante, una serie de cambios climáticos provocaron la extinción de algunos de estos grupos. De esta manera, los dinosaurios pudieron expandirse y se convirtieron en el grupo dominante durante el Jurásico.
Los dinosaurios son un grupo de vertebrados que se caracteriza por una serie de novedades evolutivas en los huesos de la cadera y de las extremidades, relacionadas con una mejora en la capacidad de desplazarse. Ésta fue probablemente una de las claves del éxito para su expansión.






Evolutivamente hablando, los dinosaurios son como reptiles que se extinguieron hace millones de años. De hecho, tradicionalmente se ha considerado que los cocodrilos son sus parientes vivos más próximos. Sin embargo, descubrimientos recientes parecen confirmar que el grupo animal actual más próximo a los dinosaurios, en términos de parentesco genético, son las aves.




La gran familia de los Dinosaurios
Diplodocus, Triceratops, Tiranosaurus... A pesar de lo impronunciable de sus nombres, todos recordamos estos dinosaurios y hemos oído hablar de ellos. Pero, paradójicamente, el mundo de los dinosaurios es desconocido y está lleno de misterios para la mayoría de nosotros.
La palabra dinosaurio significa "lagarto terrible", y sintetiza la impresión que nos producen. ¿Pero qué características compartían los dinosaurios? Según su dieta distinguimos 2 tipos de dinosaurios: los carnívoros y los herbívoros.






Los herbívoros eran enormes (del tamaño de varios elefantes), aunque su cabeza no era más grande que la de un caballo. Los carnívoros, de tamaño más moderado, tenían enormes cabezas con poderosas mandíbulas y cuernos. En general, todos poseían largas colas, que utilizaban para defenderse y mantener el equilibrio. Algunos andaban a cuatro patas y otros ya andaban erguidos.
Los dinosaurios eran animales con buen olfato, buen oído y buena vista; en otras palabras, resultaba difícil acercarse a ellos sin ser descubierto. No eran animales torpes y tontos (como podría sugerir su tamaño). Los estudios sobre capacidad craneal indican que existían diversos grados de inteligencia entre ellos: los más privilegiados eran los pequeños carnívoros, rápidos y hábiles. Y los menos listos, los grandes herbívoros.
Los dinosaurios que vivían en rebaños tenían vistosas crestas o cuernos que los ayudaban a diferenciarse los unos de los otros. Y tanto herbívoros como carnívoros, poseían grandes garras para defenderse y atacar.


La tierra en el Jurásico
Para que nos hagamos una idea, si nuestro planeta tuviera hoy 100 años, los dinosaurios habrían existido hace sólo 5. El ser humano hubiera aparecido hace apenas unos meses, por lo tanto, nunca convivieron humanos y dinosaurios. Los dinosaurios aparecieron en la era Mesozoica, en el periodo Triásico (hace unos 200 millones de años).
En aquella época sólo existía un supercontinente llamado Pangea. El clima era cálido y húmedo. La vegetación dominante eran los helechos, muy abundantes a orillas de ríos y lagos.
En las zonas más interiores del continente, en cambio, había grandes extensiones desérticas que eran un lugar perfecto para los reptiles. Aun así, en el periodo siguiente, el Jurásico, el mundo empezó a cambiar: los continentes empezaron a separarse, llovía más y la vegetación se hizo todavía más exuberante.
Por aquél entonces fue cuando los dinosaurios se convirtieron en el grupo animal dominante de la Tierra: ¡fue el auténtico reinado de los dinosaurios!



La extinción de los dinosaurios

Es sorprendente la cantidad de cosas que hemos llegado a averiguar sobre la vida de los dinosaurios y lo poco que hemos llegado a aclarar sobre las circunstancias de su extinción.
Hoy en día todavía no se sabe a ciencia cierta si la hegemonía de los dinosaurios vio su fin de forma gradual o fue un acontecimiento repentino. También se desconocen las causas concretas de su extinción.
Algunos estudios demuestran que la diversidad de los dinosaurios se mantuvo casi intacta hasta el final. Según esta teoría, la Tierra sufrió el impacto de un asteroide de unos diez kilómetros de diámetro, y la fuerza del choque produjo una enorme nube de polvo que bloqueó la luz del Sol, lo que provocó extinciones catastróficas a escala mundial.
Una evidencia de esta teoría es la presencia de restos de iridio en muchos yacimientos correspondientes al límite entre el Cretácico y el Terciario (cuando se supone que se extinguieron los dinosaurios). El iridio es un metal escaso en la Tierra que sólo se encuentra en el núcleo terrestre. Los niveles elevados de iridio en la superficie podrían proceder del asteroide.
Sin embargo, otros estudios demuestran que hubo una lenta decadencia de los dinosaurios a lo largo de ocho millones de años y una consiguiente expansión de los mamíferos.
El principal punto a favor del modelo gradual es que los climas estaban cambiando lentamente. Los niveles del mar subieron, la temperatura se hizo más cálida y los bosques de coníferas pasaron a ser la vegetación dominante. Todo esto representaba unas condiciones menos favorables para los dinosaurios.

El consenso actual es que ciertamente se produjo un impacto de un asteroide o de una lluvia de cometas en el límite entre el Cretácico y el Terciario, pero que esta no fue la única causa de la extinción.


Siguiendo la pista
Los fósiles son nuestra herramienta fundamental para conocer cómo eran y como vivían los dinosaurios.
Los dinosaurios son un grupo animal extinguido. Ya no queda ningún superviviente ni descendiente directo de ellos. Sin embargo, conocemos detalles muy concretos sobre su anatomía y forma de vida.
Desde principios del siglo XIX la paleontología (el estudio de los fósiles) ha tenido un papel fundamental. Gracias a ella se han encontrado y clasificado miles de huesos y dientes de dinosaurio, así como restos fosilizados de otras partes blandas del cuerpo (piel, músculos...).
Otra fuente importante de información han sido las huellas encontradas en diferentes lugares del mundo. Estas huellas, combinadas con conocimientos sobre geología y geomorfología, han permitido saber cómo, dónde y cuándo vivieron estos animales. Y los coprolitos (excrementos fosilizados) nos proporcionan información sobre la alimentación.





Se han encontrado evidencias de la existencia de dinosaurios en todos los continentes (incluso en la Antártida y el Ártico). Hasta principios de 1990, los Estados Unidos encabezaban la lista de países con más descubrimientos de dinosaurios, con unos 110 géneros; sin embargo, la China contará bien pronto con más dinosaurios y sobrepasará este límite. Pero no nos hace falta ir tan lejos... Los dinosaurios también camparon a placer por lo que ahora es la península ibérica. Prueba de ello son los yacimientos del Cretácico en La Rioja, Soria, Burgos, Cuenca, Teruel, Castellón, Segovia y Lleida.



Written by Xavier Escuté y Carol Gasset
Friday, 24 February 2006