LA ABUELA
La abuela charlaba en un parque de parís Venia tan cansada de trabajar que no puede correr con la suficiente fuerza para alcanzar el camino que me llevaría a caza con tristeza lo vi alejarse y decidí sentarme un rato en una banca, apareció, no sentí en qué momento, llego a mi lado solo la vi ya junto a mí, pensé que como estaba yo tan cansada, azotó en mis pensamientos, ella se sintió un poco mal pero después se senté y no me di cuenta al voltear a verla ella muy amable me saludo con una sonrisa charlamos, yo le respondí igual, ella lo tomo como una invitación a platicar empezó hablando del clima y luego de los niños, no sé en qué momento la charla se volvió tan agradable, está ahí sentada tomando el fresco y tan relajante platica de la señora que me quede prestándole mucha atención, simpática ella me platico que tenía ocho hijos , pero que hacía muchos años que no la frecuentaban ni llevaban flores como al principio, era una señora tan simpática y tan dulce que platicaba su vida con cierto toque de comida que me hizo reír y relajarme mucho, yo le ofrezco agua cuando ellas dijo que tenia mucha sed, que su boca estaba seca, pero solo apretó sus ojos y me dijo, no gracias, que no podía beber, yo lo pregunte si estaba enferma y me dijo, no a mi ya no me duele nada, lo cual me alegro más tarde me despedí de ella, porque mi esposo me marco que ya estaba preocupado por mi retraso, así que me marche, pasaron algunos días y como siempre pasaba por ese parque la busque porque la quería saludar incluso a invitarla a mi casa por lo mucho que simpatice con ella, le pregunte al encargado del parque si la había visto y la describí y fue cuando el me dijo que señora dorita había fallecido hacía muchos años ahí sentada en esa banca, supuesta mente le dio un infarto, cuando me dijo eso a mi casi me da un paro también de la impresión de saber que platique con una difunta en aquella banca.
La abuela charlaba en un parque de parís Venia tan cansada de trabajar que no puede correr con la suficiente fuerza para alcanzar el camino que me llevaría a caza con tristeza lo vi alejarse y decidí sentarme un rato en una banca, apareció, no sentí en qué momento, llego a mi lado solo la vi ya junto a mí, pensé que como estaba yo tan cansada, azotó en mis pensamientos, ella se sintió un poco mal pero después se senté y no me di cuenta al voltear a verla ella muy amable me saludo con una sonrisa charlamos, yo le respondí igual, ella lo tomo como una invitación a platicar empezó hablando del clima y luego de los niños, no sé en qué momento la charla se volvió tan agradable, está ahí sentada tomando el fresco y tan relajante platica de la señora que me quede prestándole mucha atención, simpática ella me platico que tenía ocho hijos , pero que hacía muchos años que no la frecuentaban ni llevaban flores como al principio, era una señora tan simpática y tan dulce que platicaba su vida con cierto toque de comida que me hizo reír y relajarme mucho, yo le ofrezco agua cuando ellas dijo que tenia mucha sed, que su boca estaba seca, pero solo apretó sus ojos y me dijo, no gracias, que no podía beber, yo lo pregunte si estaba enferma y me dijo, no a mi ya no me duele nada, lo cual me alegro más tarde me despedí de ella, porque mi esposo me marco que ya estaba preocupado por mi retraso, así que me marche, pasaron algunos días y como siempre pasaba por ese parque la busque porque la quería saludar incluso a invitarla a mi casa por lo mucho que simpatice con ella, le pregunte al encargado del parque si la había visto y la describí y fue cuando el me dijo que señora dorita había fallecido hacía muchos años ahí sentada en esa banca, supuesta mente le dio un infarto, cuando me dijo eso a mi casi me da un paro también de la impresión de saber que platique con una difunta en aquella banca.
FIN
Escrito por
DIANA LAURA PEREZ ABRAJAN